Mon es más que un restaurante, es toda una experiencia. Realmente es una recreación de una posada, de una fonda de las de antaño, pero con un ambiente Art Decó típico de los años 30 del pasado siglo. Es de esos sitios que pasas casi más tiempo disfrutando de la decoración y las curiosidades que pueblan el local que disfrutando de la excelente comida que sirven.

Funciona como lo hacen los bed and breakfast ingleses de hoy en día. Tiene su público y su encanto.

Pero a nosotros nos interesa ahora más su cocina.

La cocina de Mon está basada en productos locales para realizar recetas locales, con su toque personal. Y ha y que decir que consiguen darle un toque personal excelente. Será todo un descubrimiento, tanto si no has comido nunca comida típica menorquina como si lo has hecho con anterioridad.

A la hora de reservar en este sitio nosotras nos decantaríamos por los pescados y mariscos que los pescadores trajeron a la lonja  esa misma mañana. La frescura del producto es máxima (además de que sea producto de kilómetro 0, ayudas a la economía local y al planeta)

Pero tenemos que decir que las carnes son también extraordinarias. Menorca tiene muy buenos criadores y un clima extraordinario para el ganado.

Torrelbenc es peculiar, sumamente peculiar. Es la mejor definición que podamos dar de este sitio.

Mezclan en su concina la tradición culinaria menorquina con la vasca. Eso ya es una buena razón para ir. ¿No te pica ya la curiosidad?

Otra es su situación. Han utilizado una vieja casa de campo para transformarla en un pequeño hotel rural con un comedor y una terraza que invitan a disfrutar de los manjares que nos preparan sus cocineros.

Ofrecen un menú degustación que no deberías perdértelo, aunque si quieres carta también podrás disfrutar de las delicias culinarias vasco-menorquines.

No destaca ningún plato de pescado o de carne en especial, todo está elaborado con productos de primera calidad y con mucho mimo. De aquí nos gusta todo por igual, así que tendrás que venir y descubrir qué platos son tus favoritos.

Disfrutaréis de la experiencia, no tenemos duda.

Sa Pradera d´es Pujol está muy cerquita de nuestras villas, en Torret, una urbanización a las afueras de Sant Lluís.

En este restaurante ya nos alejamos un poco de la concina tradicional o platos típicos para adentrarnos un poco en la cocina de autor. Así variamos un poco y no saturamos nuestro paladar con las mismas elaboraciones diariamente, aunque siempre con el toque especial de los cocineros de cada restaurante.

Los propietarios de este antiguo caserío han reinterpretado las recetas tradicionales dándoles un toque muy suyo, muy especial, muy identificable.

Su fama les viene por haber ganado el segundo premio de Postre Revelación en Madrid Fusión 2020. Se trata de una “revolución del queso de Mahón de Menorca”.

Es un restaurante que merece la pena experimentar, disfrutaréis de la comida, del ambiente y de la jornada culinaria.

Café Balear tiene una solera de 50 años a sus espaldas. Empezó su andadura  como una taberna en el puerto de Ciutadella  hasta llegar a convertirse, cinco décadas después, en el restaurante de obligada visita que es hoy en día. Una casa que consigue aguantar medio siglo dando de comer tiene que tener el secreto del éxito muy bien aprendido. Por eso os invitamos a que descubráis cuál es.

Y un restaurante situado en un puerto pesquero ¿Cuál puede ser su especialidad? Si, además, te decimos que tiene su propio barco pesquero (el Rosa Santa Primera) no tendrás ninguna duda. Los pescados son fresquísimos, de máxima calidad, de elaborados por manos expertas que dan lo mejor de sí mismas.

Como las capturas de su barco pesquero no son las mismas todos los días nuestro consejo es que os dejéis aconsejar. Según la temporada y según la suerte de la jornada de pesca habrá en el menú un pescado u otro. En concina saben prepararlos todos de una manera excepcional (¡llevan 50 años de práctica!!)

Aunque algo que nunca falta en la carta es la langosta, ya que tienen varias formas de prepararlas con las que disfrutarás de lo lindo. Por supuesto, la caldereta de langosta; pero también podrás disfrutar de la langosta con huevos estrellados y patatas fritas; la langosta con cebolla; o la banteja de langostas Ciutadella. Un día es un día, estáis de vacacione y os merecéis disfrutar de estos placeres que nos ofrecen.

Rels es uno de esos restaurantes de vanguardia que reinterpretan la cocina tradicional menorquina que consigue una exquisita propuesta culinaria. Es verdad que no a todo el mundo le gusta este tipo de restauración pero os insistimos, es una cocina que no deberías dejar de disfrutar.

No en vano su cocinero se formó en los mejores restaurantes de cocina fusión de la península, colaborando con su trabajo y esfuerzo a conseguir la tercera estrella Michelin de El Celler de Can Roca, por ejemplo.

Y aunque hablamos de nueva concina su cocinero no pierde las buenas y viejas tradiciones de ir él personalmente todos los días al mercado para poder elegir los mejores productos para los platos del día.

Volvemos al precioso pueblo de Fornells para poder hablar de Sa Llagosta. Con ese nombre no hay duda alguna de cuál es su especialidad: la langosta. Este es otro de los locales que siempre salen en los resultados de búsqueda de google: ¿dónde comer en Menorca? o ¿qué comer en Menorca?

Pero no perdáis mucho el tiempo buscándolo por internet o las redes sociales. No tienen. No tienen página web, no tienen redes sociales… Se dedican a cocinar rico sin mayores distracciones o miramientos.

Como os comentábamos, lo típico que debes pedir aquí es langosta. Pero no solo en la típica caldereta de langosta. Podrás disfrutar de langosta salteada o langosta gratinada al horno.

El pescado en este sitio es delicioso, de muy buena calidad y fresco. Os recomendamos la suprema de lubina con caldo de asado, tubérculos y azufaifo; o el plato de atún con ajos y alcaparras.

Volvemos al puerto pesquero de Ciutadella. Basa su carta culinaria en sus propios tanques de langosta y en las capturas del día que traen por las mañanas la flota pesquera local. Es decir, producto fresco, de temporada, de kilómetro 0 y que fomenta la economía de la zona.

No os decimos que no pidáis carne en este sitio, pero vosotros mismos.

Los platos típicos a degustar en alguno de sus varios comedores de S´Amarador son la cazuela de rape con almeja fina, la langosta roja con patatas y huevos, y el arroz meloso de pescadores.

Si quieres comer en S´Amarador sí o sí tendrás que hacer reserva, y con la mayor antelación posible. Sobre todo en los meses de verano. De otra forma será imposible encontrar una mesa libre.

En Ciutadella encontramos otro establecimiento muy acogedor enfocado a la comida mediterránea de temporada.

La carta del restaurante Smoix va cambiando según la estación y los productos de temporada aunque hay algunos platos “estrella” que están siempre en el menú, como puede ser el ravioli relleno de cigala con salsa de boletus.

Lo bueno de este restaurante es precisamente eso, cada temporada te sorprenden con recetas distintas para esos productos, así que puedes visitarlo en multitud de ocasiones y siempre habrá plantos que no habías probado todavía.

El Rais podríamos decir que es una arrocería, algo novedoso en la tradición culinaria menorquina.

Sus risotos y caldosos son un espectáculo para los cinco sentidos pero si no quieres arroz también tienes platos de cocina tradicional de pescados o carnes.

A destacar su horno de leña, seña del local, que da un sabor muy especial a sus elaboraciones, además de crear un ambiente muy particular y acogedor.

Es otro de los imprescindibles cuando estás pensando ¿dónde comer bien en Menorca?